Nuestro Proyecto Alzacola rojizo sigue avanzando durante 2019

Hablar de Alzacola rojizo para la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas(SIECE) no es hablar de la foto más bonita y el mejor enfoque, tampoco de los Alzacolas del olivar de un familiar cercano. Es un trabajo de equipo y un esfuerzo voluntario sin precedentes, financiado con fondos propios, en favor de una especie amenazada.
Siempre hablamos del fantasma del olivar, ese que no se ve y que pasa desapercibido hasta para el naturalista más ávido, simplemente porque se trata de un ave tímida y esquiva, huidiza y que intenta pasar inadvertida. Sin embargo, quien tiene Alzacola en su olivar o viñedo, lo sabe, precisamente porque es muy dada a aproximarse a los trabajadores que la ignoran, aprovechando el movimiento de tierra de su azada o el corte de su hacha, con el fin de encontrar alimento fácil, siendo los trabajadores del campo las personas que con más fiabilidad dan información.
Es su apertura de alas y su cola alzada la que lo caracterizan, aunque para nosotros son más conocidos por los miles de kilómetros prospectados para su detección, los madrugones para estar en las estaciones de muestreo antes de amanecer y las grandes olas de calor que nos tragamos junto al cante de las numerosas chicharras que amenizan nuestras jornadas.

No es fácil localizar Alzacolas donde no se conocen, puesto que existen en la actualidad extensiones inmensas sin la especie y fortuitamente aparece una población agregada en forma de colonia laxa y que de alguna manera forma un territorio de varias parejas que interactúan entre ellas de manera amistosa, aunque de vez en cuando algún “cabreíllo” tienen que aguantar.

Todo este ingente trabajo, viene acompañado de la gran labor y dedicación del Grupo de Anillamiento Científico Erithacus Sur, el cual coordina todos los programas de marcaje de Alzacola rojizo, con el fin de experimentar y obtener una información que sea digerible científicamente para dar a conocer las características y la vida del ave.
Desde 2015, año en el que comienza el proyecto, han sido muchos los territorios detectados y los ejemplares marcados, que después de 5 años nos han proporcionado una impresionante información, todo, como decimos, financiado con fondos propios de la Sociedad Ibérica para el Estudio y la Conservación de los Ecosistemas (SIECE), y realizado de forma totalmente altruista por las personas integrantes del equipo.
Pronto se dará a conocer parte de nuestro trabajo, aquel que ayudará a la protección real del Alzacola rojizo y a tomar medidas para evitar su desaparición, puesto que la mala praxis en sus áreas de cría ligadas a agrosistemas están dando al traste con muchas poblaciones de manera silenciosa, partiendo de la escasa o nula información que tenemos acerca de este hecho.
Como siempre, llamamos a la colaboración ciudadana a través de nuestro e-mail info@siece.org. Tu colaboración es necesaria y cualquier punto donde se conozca una cita, puede ser un inicio para nuestro equipo, ya que se trabaja buscando una aguja en un pajar.
Paralelo a los muestreos y campañas de anillamiento, el AOVE Alzacola rojizo ha nacido con el fin de dar un valor añadido a los olivares con presencia de la especie y que tal valor repercuta en el agricultor por sus buenos sistemas de trabajo.

Seguimos localizando territorios nuevos, antes de que esta bella migratoria subsahariana vuele a sus zonas de invernada.